domingo, 27 de mayo de 2012

Excursión fin de curso

El miércoles pasado tuvimos una sesión intensa de convivencia. Fueron casi 13 horas juntos... y estuvo muy bien ¿verdad?

Tenemos que agradecer a los responsables de la fábrica Arruabarrena su paciencia, su amabilidad y su generosidad. Nos explicaron todo de maravilla y además nos obsequiaron con una superpalmera de chocolate. Tardaréis mucho en olvidar esa visita.

Luego fuimos al fin del mundo, a un terreno aislado, llano y árido en el que no podíamos ver nada en el horizonte excepto buitres, daba un poco de miedo. Al llegar a CTRUZ, sufrimos un choque importante en el sentido del olfato pero la visita valió la pena. No podíamos imaginar un lugar con tanta basura y como unos ingenieros tan ingeniosos e inteligentes diseñan unas cadenas de selección totalmente mecanizadas para aprovechar todo lo aprovechable y obtener energía eléctrica, agua depurada y un montón de cosas más.

Tenemos también que dar las gracias a los responsables del colegio de La Cartuja que nos prestaron sus instalaciones y sus baños y de esta forma pudimos comer en un tiempo record (menos de una hora).

Hicimos luego un recorrido por el barrio sostenible de Valdespartera hasta llegar al tranvía. Después de unas explicaciones montamos por fin en los vagones y nos dimos cuenta de lo agobiante que es vivir en Zaragoza (con lo tranquilos que estamos aquí). Entraba y salía un montón de gente, íbamos apretados y sin poder sentarnos, todo ocurría muy deprisa. Menos mal que subimos en la primera parada y bajamos en la última porque si no seguro que alguien se pierde...

Cuando nos parecía que ya llegábamos al final visitamos el edificio Paraninfo recién restaurado. Solamente por ver el edificio tan "elegante" valía la pena la visita. Visitamos la biblioteca que es preciosa y nos explicaron dos exposiciones, una sobre fotografía de principio de siglo y otra sobre el desconocido y olvidado Xavier Gosé que pese a ser amigo y compañero de Picasso y un gran ilustrador y pintor de la época, nunca se hizo famoso (aunque nosotros nunca lo olvidaremos después de la explicación tan detallada y llena de entusiasmo que nos dio nuestro guía Ángel).

Al salir del Paraninfo solamente teníais una preocupación ¿cuándo nos vamos a comprar un helado?

A partir de ahí el destino hizo que tuviésemos unas horas más de excursión y que pudieseis merendar tranquilamente y comprar chucherías antes de volver a casa.

Fue un día intenso que se hizo llevadero gracias a que todos os portasteis bastante bien y a que nuestros conductores hicieron gala de una gran paciencia, amabilidad y cariño hacia todos.

Me quedo con la última canción que dedicamos a nuestro conductor en el autobús llegando al colegio "Ese Ángel como mola se merece una ola..."

 

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